Que tal fieles lectores, hoy llegó a nosotros un tema que inspira a entonar cantos del new age como el torime. Y es que hemos de comentarles de cómo las personas hemos venido a amar tanto a los animalillos que nos rodean.
Increible amigos míos, el hombre nunca fue más astuto y repulsivo que cierto día cuando un hombre o mujer o trasvestí buscó tomar lo que saliera de las "posaderas" de las gallinas (Y Dios nos libre de saber como alguien se decidio a ello) para obtener lo que denominamos "huevo", alimento indispensable y símbolo presente entre los chistes sexosos . Este pequeño descubrimiento marcaría a la historia de la humanidad llamándonos: "Seres humanos, tocadores intimos de todo lo que sea, sude, salga o emane de los animales".
No es sin duda la leche de vaca, cabra o la popular leche de tejón (la encontrará de seguro en la programación relleno de los televentas) la base prima de la nutrición. Igual que el "descubrimiento" del huevo vemos una vez más que por andar curioseando a un animalito indefenso uno se puede tomar con cada sorpresa. Eso me lleva a pensar en el heróe que dijo "Ire con esa vaca, le apretare las cosillas que le cuelgan y tomare lo que salga de ahí"............. Bravo.
La dulce y empalagosa miel, que es practicamente vómito de abeja es también una más de la lista de porque amamos a los animales. Como siempre dicen, si le pones azucar hasta la mierda sabe bien. Funcionó con el vómito de insecto ¿O no?
No olvidemos a la gelatina compuesta de uña, tendón y cartílago de diversos animalillos. Nunca comer fue tan exquisito ¿Verdad?
Moronga, insectos bañados en chocolate (dicen que las favoritas son las cucarachas), hot-dogs (que dudamos sean de puerco), tacos (muchas veces perros con mala suerte) machitos, caviar y demás porquerias han impactado la gastronomía de una manera espectacular, dejando a muchos degustadores satisfechos por haber atiborrado su gañote de cuanta cochinada les quepa.
Aplaudamos damas y caballeros a los animales ¿Qué sería la comida sin ellos? Exhorto a que dejemos sus pieles, sus cuernos de marfíl o sus plumas. La cocina antigua nos ha enseñado que lo bueno de ellos proviene de donde menos se lo espera. A buscarle pues.
Para finalizar, si usted se ha sentido de alguna manera ofendido o asqueado por lo que se presentó en el artículo........ no nos venga con mamarachadas. Segurito ahorita iba a irse por una buena garnacha. ¿A qué sí? Y si no, pues vea que los tacos, arracheras, filetes y demás derivados animales también tienen su encanto sádico. Capaz que la milanesa que se comió salio del gluteo de la vaca.
Y si me viene con el cuento de que es vegetariano, del greenpeace o cosas así pues mire que los vegetales también tienen lo suyo ¡eh! Pero ya hablaremos de las porquerías que le anda haciendo a las zanahorias y a los tomates. Ahora a comer una buena gelatina. Bon Apetit.
Increible amigos míos, el hombre nunca fue más astuto y repulsivo que cierto día cuando un hombre o mujer o trasvestí buscó tomar lo que saliera de las "posaderas" de las gallinas (Y Dios nos libre de saber como alguien se decidio a ello) para obtener lo que denominamos "huevo", alimento indispensable y símbolo presente entre los chistes sexosos . Este pequeño descubrimiento marcaría a la historia de la humanidad llamándonos: "Seres humanos, tocadores intimos de todo lo que sea, sude, salga o emane de los animales".
No es sin duda la leche de vaca, cabra o la popular leche de tejón (la encontrará de seguro en la programación relleno de los televentas) la base prima de la nutrición. Igual que el "descubrimiento" del huevo vemos una vez más que por andar curioseando a un animalito indefenso uno se puede tomar con cada sorpresa. Eso me lleva a pensar en el heróe que dijo "Ire con esa vaca, le apretare las cosillas que le cuelgan y tomare lo que salga de ahí"............. Bravo.
La dulce y empalagosa miel, que es practicamente vómito de abeja es también una más de la lista de porque amamos a los animales. Como siempre dicen, si le pones azucar hasta la mierda sabe bien. Funcionó con el vómito de insecto ¿O no?
No olvidemos a la gelatina compuesta de uña, tendón y cartílago de diversos animalillos. Nunca comer fue tan exquisito ¿Verdad?
Moronga, insectos bañados en chocolate (dicen que las favoritas son las cucarachas), hot-dogs (que dudamos sean de puerco), tacos (muchas veces perros con mala suerte) machitos, caviar y demás porquerias han impactado la gastronomía de una manera espectacular, dejando a muchos degustadores satisfechos por haber atiborrado su gañote de cuanta cochinada les quepa.
Aplaudamos damas y caballeros a los animales ¿Qué sería la comida sin ellos? Exhorto a que dejemos sus pieles, sus cuernos de marfíl o sus plumas. La cocina antigua nos ha enseñado que lo bueno de ellos proviene de donde menos se lo espera. A buscarle pues.
Para finalizar, si usted se ha sentido de alguna manera ofendido o asqueado por lo que se presentó en el artículo........ no nos venga con mamarachadas. Segurito ahorita iba a irse por una buena garnacha. ¿A qué sí? Y si no, pues vea que los tacos, arracheras, filetes y demás derivados animales también tienen su encanto sádico. Capaz que la milanesa que se comió salio del gluteo de la vaca.
Y si me viene con el cuento de que es vegetariano, del greenpeace o cosas así pues mire que los vegetales también tienen lo suyo ¡eh! Pero ya hablaremos de las porquerías que le anda haciendo a las zanahorias y a los tomates. Ahora a comer una buena gelatina. Bon Apetit.
2 comentarios:
la gelatina también? o.O.... waqala.. pero qe bien saben XD.. aunqe creo qe por el momento no se me antojan... bueno tal vez no jeje
Cesar, no manches yo no sabia nada de esoo , ya se me kito el hambre y vaya k tenia mucha hambree
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